domingo, 24 de abril de 2011

Inquebrantable amor fraternal

La tercera película dirigida por Ana Katz me pareció excelente, si bien es una pelicula muy argentina en absolutamente todo, desde los gestos, los dialogos, las situaciones, me sorprendió por la solidez e histrionismo actoral de Francella y Puig a quienes siempre tenemos en el pedestal de la comedia y el cariño por sus entrañables personajes. El soporte femenino de Rita Cortese es fabuloso y Mercedes Morán está muy bien.

La película cuenta la historia de una familia distanciada por problemas económicos que, a raíz de la enfermedad neurológica de uno de los hermanos, se produce un forzado pero cariñoso encuentro.

Me gusto mucho, el timing, la dirección, las actuaciones y, especialmente la composición actoral de Francella, tan pobre tipo el, con su mochilita y sus 200 cassettes a cuestas, tan apagado, inocente, infantil... excelente!
Puig también, tan desquiciado, histérico, pero dulce marido y hermano.

Lo único que me dejó un sabor agridulce fue el final, me hubiera gustado algo un tanto más explícito.

Lo mejor: las actuaciones convincentes y entrañables.
Lo peor: el final, tan abierto, abstracto.

Puntaje: 8,5/10

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